Los nuevos propietarios de Port Vell convirtieron el puerto deportivo
en un muelle exclusivo para los super yates más caros del mundo. Un elegante restaurante y bar de cócteles cerca del lugar de amarre de los veleros era parte del programa.
Situado en un pabellón construido específicamente en la orilla del agua, OneOcean Club cuenta con un interior de El Equipo Creativo, el estudio detrás de un puñado de famosos proyectos de gastro-diseño, incluyendo Disfrutar e Ikibana. El Equipo Creativo tiene un don para referenciar ingeniosamente comida y lugar.
En Port Vell, terrazas a ambos lados del comedor dan vistas a los barcos multimillonarios, mientras que un techo espejado y una fachada de cristal atraen el interior acuoso. Rico en materiales, el comedor ronronea con elegancia de latón pulido y asientos azul profundo curvilíneos. Columnas doradas cubiertas de plantas que complementan las lámparas colgantes que se asemejan a los corales.
Ambas terrazas, una de las cuales acompaña al bar de cócteles adyacente, se envuelven parcialmente en pantallas blancas de brise-soleil. Son el trabajo de Escofet 1886, una empresa catalana que ha empujado los límites del hormigón desde la época de Gaudí. La luz que filtra a través de los paneles perforados grandes empapela el espacio en un resplandor difuso.
elequipocreativo.com
Fuente: http://www.frameweb.com/
Situado en un pabellón construido específicamente en la orilla del agua, OneOcean Club cuenta con un interior de El Equipo Creativo, el estudio detrás de un puñado de famosos proyectos de gastro-diseño, incluyendo Disfrutar e Ikibana. El Equipo Creativo tiene un don para referenciar ingeniosamente comida y lugar.
En Port Vell, terrazas a ambos lados del comedor dan vistas a los barcos multimillonarios, mientras que un techo espejado y una fachada de cristal atraen el interior acuoso. Rico en materiales, el comedor ronronea con elegancia de latón pulido y asientos azul profundo curvilíneos. Columnas doradas cubiertas de plantas que complementan las lámparas colgantes que se asemejan a los corales.
Ambas terrazas, una de las cuales acompaña al bar de cócteles adyacente, se envuelven parcialmente en pantallas blancas de brise-soleil. Son el trabajo de Escofet 1886, una empresa catalana que ha empujado los límites del hormigón desde la época de Gaudí. La luz que filtra a través de los paneles perforados grandes empapela el espacio en un resplandor difuso.
elequipocreativo.com
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Vaya chulada.... em encanta, voy a tener que ir si o si ahora que ya lo he visto! jeje
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