En general los acabados siempre son neutros, tanto en paredes y techos como en el resto de la carpintería que tienden bien al blanco, bien a los tonos de madera muy claros. Las notas de color se obtienen en las diferentes estancias con los complementos y, sobre todo, el uso de textiles:colchas, cojines, mantas…
Otra de las características del estilo nórdico es el buen uso del espacio. Aprovechar el espacio es imprescindible y gracias a sus tonos claros y líneas minimalistas no parecen recargadas ni proporcionan sensación alguna de agobio y desorden. Cualquier espacio es válido, hasta un pequeño balcón puede servirnos para crear una mini terraza siempre que entren dos sillas una pequeña mesa auxiliar y acomodemos algún elemento natural como las plantas.
''Claridad''
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